LONDRES.- Si es cierto eso de que cuando las cosas se ponen complicadas aparecen los hombres fuertes, el inicio de la temporada de la F-1 esta semana en Australia debería dar a Sebastian Vettel una gran oportunidad para demostrar su fortaleza.
Como lo han demostrado las pruebas de pretemporada, el alemán se enfrenta este año junto a su equipo Red Bull a una impredecible era con un nuevo motor híbrido. “Ahora la situación no es fácil, pero no hay motivo para bajar la cabeza”, dijo el piloto de 26 años, que busca ser el segundo, después de su compatriota Michael Schumacher, en ganar cinco títulos consecutivos. “Escucho en algunos medios que estamos en medio de un gran desastre. Pero lucharemos”, dijo Vettel.
El mundo de la F-1 vive una revolución y Vettel es un joven rey cuyo trono está bajo amenaza. Sus rivales, hambrientos de éxito, pueden sentir que su momento ha llegado, alentados por los infrecuentes signos de flaqueza en un equipo que ha dominado la máxima categoría en los últimos años.
Este cambio técnico es el mayor que vivió la mayoría de los ingenieros y mecánicos, luego de que se introdujera un nuevo motor V6 turboalimentado con sistemas de recuperación de energía.
En este nuevo escenario, los preparativos de Red Bull fueron duros. Vettel -que ganó las últimas nueve carreras y que no ha sido vencido desde julio- y su nuevo compañero, el australiano Daniel Ricciardo, mucho deben hacer.
Todos los equipos con motor Renault tuvieron problemas para mostrar la misma eficacia que los monoplazas con motores Mercedes o Ferrari. La fiabilidad es una preocupación clave para todos los equipos, y las primeras carreras podrían estar llenas de sorpresas.
Lewis Hamilton, a la luz de los acontecimientos, es uno de los favoritos con su Mercedes. Y no hay que perder de vista a su compañero alemán Nico Rosberg. Williams, que tiene motor Mercedes y que contrató a un rejuvenecido Felipe Massa para sustituir al venezolano Pastor Maldonado, también demostró estar fuerte en las pruebas. Ferrari, en tanto, ha escondido sus cartas, pero el motor parece fiable, como sus pilotos, el español Fernando Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen. (Reuter-Especial)